Puede haber momentos en los que un pequeño detalle venga a variar el sentido de todo. Esto resulta válido para cualquiera de las múltiples esferas en las que solemos desenvolvernos, lo cual induce a pensar que los rincones que suelo traeros por aquí no van a escaparse a esta suerte de constante universal.
Lo que todos asociamos inicialmente con espacio reservado para el solaz o el descanso, puede pasar a convertirse, ¿por qué no?, en un lugar de reflexión. Ahora bien. La naturaleza de tales reflexiones dependerá, también, de la persona que lo ocupe. Así es como, algo a lo que asignamos una función determinada e inequívoca, puede pasar a contener un número casi infinito de significaciones.
Que disfrutéis todos de una feliz y, “polivalente”, jornada de domingo.